viernes, 7 de junio de 2013

Ole ole ¡ profiteroles !

Hola queridos

Ha pasado un tiempito sin que tuvierais noticias mías y no, no me he olvidado de vosotros, es simplemente que uno propone y la vida dispone, pero tranquilos que ya estoy con vosotros dispuesta a charlar, y a reanudar nuestra cita cocinera.

En esta nueva etapa me gustaría que compartierais a través de estas páginas vuestras experiencias, si alguna vez os habéis animado a " perpetrar " alguna receta, si os han salido bien o mal, si hay algo que echáis en falta, en fin, ideas, opiniones, algo que indique que lo que os cuento interesa. ¡ No seáis perezosos !

Hoy os traigo una verdadera joya, no os riáis que es cierto. 

Ya sabéis lo que me gusta simplificar el gesto de cocinar y darle un rendimiento máximo al tiempo que     paso en la cocina y eso es lo que intento haceros llegar cuando pienso en la receta que voy a comentaros, bueno pues ésta es una de mis preferidas porque además de ser fácil, versátil y rápida cuando el resultado sale a la mesa todo el mundo te hace la ola y te felicita como si presentaras algo extraordinario.

Se trata de los famosos profiteroles o lionesas o bocaditos, o choux o...... Tienen tantos nombres ! 

Os explico lo que necesitamos:

250 grs de líquido, bien agua, bien leche, o mitad y mitad, si utilizáis la leche os quedará la masa un poco más durita . Como queráis
100 grs de mantequilla
150 grs de harina
4 - 5 huevos
Un pellizco de sal
Una manga pastelera

Pues hale, a la cocina.

Ponemos en un cazo el líquido junto con la sal y la mantequilla. Cuando la mantequilla está totalmente integrada con el caldo retiramos el cazo del fuego y añadimos la harina de golpe, removiendo sin parar para que no se nos hagan grumos. Volvemos al fuego y removemos hasta que la mezcla pierda la humedad y se nos quede un poco pegado al fondo. ¡ Un poco ¿eh ? ! 
Dejamos entibiar y vamos añadiendo los huevos enteros uno a uno batiendo bien entre uno y otro para que se integren. El resultado debe ser una masa brillante y lisa. Dejamos enfriar ligeramente y rellenamos la manga pastelera.

Antes de pelearnos con la cuchara, debemos encender el horno a una temperatura baja 160 grados.

En una bandeja vamos haciendo pequeñas bolitas separadas unas de otras porque crecen y no deben pegarse unas a otras. Las pintamos con un poquito de mantequilla derretida o huevo batido con la ayuda de un cepillo y las tenemos en el horno 20/30 minutos. El aspecto debe ser algo dorado no tostado porque si se tuesta se endurece.

Veréis que alegría cuando crecen todas igualitas, tan monas ellas.

Las sacamos del horno y esperamos que se enfríen para poder manipularlas y hacerles una pequeña abertura con el fin de rellenarlas.   

Pueden guardarse en una lata con un papel de cocina para absorber la humedad si no vamos  a utilizarlas en el momento, hasta eso tienen, que se pueden hacer con tiempo y dejar guardadas para ir utilizándolas a capricho.

Y ahora... El relleno. Si optamos por la forma tradicional sirviéndolas como postre, el que a mi más me gusta es el de nata y debido a mi adicción, el de chocolate con nueces picadas.

Para rellenarlas ponemos la nata montada en la manga pastelera y procuramos que sobresalga bien la cantidad de nata, porque ya que hemos decidido pecar, lo hacemos a conciencia. Para el chocolate, derretimos en el microondas un poco de mantequilla y una tableta del chocolate que hayamos elegido ( a mí me gusta el negro, negro, negrísimo ) y cuando empiece a estar templado lo mezclamos  con parte de la nata que hayamos reservado del relleno anterior. Rematamos espolvoreando con azúcar glass

Pero como hemos dicho que eran versátiles resulta que también se pueden rellenar de algo salado. En un bufett quedan espectaculares y bien pequeñitas, como aperitivo son también una buena opción. 

Como cualquier crema puede serviros y se que sois imaginativos y que ideas no os van a faltar, yo os apunto dos que quedan especialmente buenas.

Una con crema de queso, eneldo y salmón ahumado muy, muy ,muy  picado y  otra con atún, mayonesa, pimiento del piquillo y un poquito de ketchup.

Y hale hop ! He aquí un buen postre o un buen aperitivo sin que apenas hayamos trabajado.

Disfrutad y sed felices. Y contadme cómo os ha ido si decidís que os pillen con las manos en la masa.





No hay comentarios:

Publicar un comentario