miércoles, 10 de julio de 2013

La rusa, tan española ella



Veréis, como estamos en verano y apetecen más que nunca las cosa frías, he pensado que charlemos sobre la ensaladilla rusa, que efectivamente, no es algo que vaya a descubriros a estas alturas, ya que seguramente habréis probado un montón de maneras diferentes de hacerla y algunas veces hasta de sufrirla.
Todavía no se sabe muy bien por qué se le llama rusa,si como parece, de las estepas no tienen nada de nada, ni siquiera un recuerdo. Estaría bien que entre los que seguís estos encuentros hubiera alguien que supiera los orígenes y los compartiera con nosotros, porque yo me declaro absolutamente  indocumentada y confieso que no se me ha ocurrido recurrir a wikipedia. 

En cualquier caso, esta receta, como nuestra inmortal  paella o la magnífica y socorrida tortilla de patata, sufre de interpretaciones variadísimas que no siempre nos transportan al séptimo cielo tal y como debería ser. Porque no me negaréis que un plato de buena ensaladilla y una cerveza fresquita son suficientes para que experimentemos que la vida, además de otras muchas cosas,es también eso, pequeños momentos y deliciosas recetas. 

Vamos a hacer un mini-estudio de lo que nos encontramos bajo el epígrafe "ensaladilla rusa "

Está la versión de algunos bares,abundante en esa patata ya cocida hace días y que sabe a metálico, otra versión, también tasquera, que claramente nos grita desde el plato " ojito, estoy muerta de frío ", es decir, congelada.
Hay algunas veces que se nos presenta medio nadando en una mayonesa sospechosa y en ocasiones seca, sequísima con algún que otro guisante para darle un toque colorista.
Como ya habréis adivinado "eso" NO es ensaladilla. 
Hay pocos sitios, muy pocos dónde podamos decir : SÍ, esto sí que sí
Atendiendo a la diversidad yo cuento con amigos que cada uno a su manera borda este aperitivo, plato de domingo, o canapé resultón, que de muchas maneras se puede saborear.

La de rusa de Concha lleva un poquito de cebolla mínimamente picada y aceitunas negras,  la de Jose Antonio no tiene zanahoria pero sí abundante atún en escabeche, y están de concurso. Luego no es cuestión de ingredientes, es cuestión, como siempre en la cocina, de sensibilidad y buen hacer.

Así que os digo cómo es la que yo hago y esta vez no voy a hablaros de cantidades, entre otras cosas porque en casa si hiciera un contenedor lleno hasta los topes se lo comerían seguro, razón por la cual cuando hago ensaladilla suelo emplearme a fondo ya que mis hijos no sólo repiten, es que luego se llevan sus correspondientes tuppers y ya en sus respectivas casas o repiten la faena o la comparten con algún amigo que se relame y pone los ojos en blanco o son los reyes del mambo en la oficina donde les hacen la ola.

Y no es que mi rusa tenga algo especial. Simplemente tiene muy buenos ingredientes, una mayonesa caserita y algún truco que os explico.

Atención:

Cuezo las patatas con piel junto con los huevos en abundante agua salada.
En otra cazuela pongo las zanahorias partidas en trozos pequeños
Mientras se van haciendo, preparo la mayonesa. Dos huevos enteros, zumo de limón ( el vinagre para mi gusto le da  demasiado punto de acidez ) y aceite de girasol para que el sabor del aceite no anule los sabores restantes. Cuando está bien ligada le añado un yogurt natural. ( primer truco )
Comprobaréis que la mayonesa no es tan pesada y vuestro estómago lo agradecerá.

Cuando las patatas están cocidas las paso por agua bien fría, espero a que se templen y aún templadas las parto a trocitos reservando un par de patatas que no parto,si no aplasto, para que se quede como un puré( segundo truco ) de ésta manera queda mucho más suave. Lo mezclo todo y cuando aún están templadas añado dos o tres cucharadas generosas de mayonesa ( tercer truco ) Las patatas se quedan mucho más esponjosas. Después voy  añadiendo el resto de ingredientes. Abundante atún en aceite ( no valen migas ni ese atún de medio pelo ), aceitunas rellenas  de anchoa
bien picadas, los huevos que hemos cocido y de los que reservaremos un par de ellos para el adorno final, las zanahorias y las gambas picadas. Si, he dicho gambas. Cocidas , bien frescas o congeladas pero cocidas.

Remuevo, mezclo, añado el resto de la mayonesa cubriendo bien todo, pico los huevos que he reservado muy muy picaditos y los espolvoreo por encima, pongo una gamba por aquí otra por allá, a veces pongo puntas de espárragos, en fin, eso queda para vuestra imaginación.

Si queréis darle un toque exótico podéis añadirle remolacha en trozos. Era el punto de mi madre y os aseguro que merece la pena que lo probéis. Además el color que toma es francamente precioso y sorprendente.

Que disfrutéis, con la receta y con las cosas pequeñas que la vida nos va poniendo en bandeja.




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