martes, 10 de septiembre de 2013

La menestra de mi casa... es particular



Puede pareceros un título pretencioso y desde luego no es mi intención.

Titulando así esta entrada, sólamente os quiero advertir de que esta receta no es de una menestra al uso, si no que os hago partícipes de este medio guiso, medio sopa que mi madre nos hacía con la sana intención de que comiéramos verdura sin apenas enterarnos.

En casa aparece en la mesa bastante a menudo porque es un plato que suele gustar a todos. Es sencillo de elaborar, puede congelarse, se convierte en un esplándido puré con lo que sobra, entona cuando hace algo de fresquete y con un buen surtido de quesos es un menú perfecto. Así que no me negaréis que la oferta de hoy, siguiendo las pautas de siempre, a saber: rentabilidad de tiempo en la cocina, sencillez, resultados sssstupendos etc.etc. una vez más se cumple a rajatabla.

Se trata simplemente de abrir la nevera ( es lo que yo suelo hacer ) y seleccionar las verduras que tengáis. Como tenemos que conseguir que los sabores se integren y al final no haya ninguno que especícamente sobresalga podéis escoger lo que se os antoje. ¿ Que se os han quedado unas judías verdes un poco tristes. Pues hale. Picaditas y a la cazuela, ¿ que unos calabacines ? Pues venga lo mismo.

Como os estoy viendo la cara, podéis soltar el puerro ese solitario y os explico.

Necesitamos una cazuela (si queréis que sobre y hacer puré o congelar, la cazuela debe ser grandecita)) aunque claro si sois dos.......

Bien. La cazuela, chorrete de nuestro aceite y unas hojas de espinacas frescas o lechuga partidas en juliana. ¿ que porqué ? Por que así lo hacía mi madre y punto. Y desde luego después de tantos años no seré yo la que cuestione nada.

En el aceite rehogamos las hojas de lo que hayamos elegido y a continuación vamos añadiendo, zanahorias, judías verdes, clabacín, champiñones laminados ( los mios son de lata ) guisantes, puerros, espárragos verdes, etc. todo, muy muy picadito y a fuego vivo. No hace falta que sean estas las verduras, es sólo una sugerencia. Cuando todo está mezclado añadimos un par de cucharadas soperas de harina ( que será lo que espese la salsa ) Dejamos que la harina tome color y se integre bien, bajamos el fuego y añadimos caldo de verduras ( si, si, del que compráis en el súper ). Primero un par de vasos y cuando la verdura vaya soltando su propia agua iremos añadiendo más en función de si queremos que el guiso sea más o menos espeso. a partir de aquí hay que vigilar el fuego. Debe cocer lentito al menos 1/2 hora.

A veces suelo añadirle unas patatitas que se cuecen a la vez con la verdura, en otras ocasiones las patatas las frío y las añado en el momento de servirlo. pero el toque definitivo se consigue cuando picamos unos huevos cocidos previamente y los espolvoremos por encima como si se tratara de un pastel y azúcar glass.

Si la vez anterior os hacía pecar,  esta vez comemos sano, sano y sin tentaciones. Una de cal y otra de arena ¿ qué será la próxima ? Pues os espero. Mientras tanto disfrutad de la vida y reid que es una receta que no falla.






1 comentario:

  1. Dios mio, qué ricaaaa la menestraaa!!! Y no es porque la haga mi madre...nooo...

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